¿Te gustaría saber sobre anatomía materna?
La comprensión de la anatomía de la pelvis y la pared abdominal inferior femeninas es indispensable para la práctica obstétrica. Aunque lo normal es que existan relaciones consistentes
entre estas estructuras, puede haber una notoria variación en las
estructuras anatómicas de cada mujer. Esto es en especial válido
para los principales nervios y vasos sanguíneos.
PARED ABDOMINAL ANTERIOR.
Piel, capa subcutánea y aponeurosis.
La pared abdominal anterior se limita a las vísceras abdominales, se distiende para alojar al útero en crecimiento y provee
acceso quirúrgico a los órganos reproductores internos. Así, se
requiere un conocimiento amplio de las capas de esta estructura
para el acceso quirúrgico a la cavidad peritoneal.
Las líneas de Langer describen la orientación de las fi bras de
la dermis en la piel. En la pared abdominal anterior, dichas líneas
se disponen de manera transversa. Como resultado, las incisiones
cutáneas verticales crean una mayor tensión lateral y, por tanto,
en general dan lugar a cicatrices más anchas. En contraste, las
incisiones transversas inferiores, como la de Pfannenstiel, siguen
a las líneas de Langer y brindan mejores resultados estéticos.
La capa subcutánea puede dividirse en una capa superfi cial,
llamada fascia de Camper, la cual es adiposa de modo predominante, y una más profunda y membranosa, la aponeurosis de
Scarpa. La fascia de Camper continúa hasta el perineo para proporcionar sustancia adiposa al monte de Venus y labios mayores,
y luego combinarse con la grasa de la fosa isquioanal. La fascia
de Scarpa continúa en sentido inferior hasta el perineo como la fascia de Colles. Como resultado, la infección perineal o la hemorragia superficial a la fascia de Colles tiene la capacidad de extenderse hacia arriba hasta afectar las capas superfi ciales de la pared abdominal.
Debajo de la capa subcutánea, los músculos de la pared
abdominal anterior consisten en el músculo recto del abdomen
en la línea media, piramidal, oblicuos externos, oblicuos internos y transversal del abdomen, que se extiende a través de toda
la pared. Las aponeurosis fibrosas de los tres últimos
músculos forman la aponeurosis primaria de la pared abdominal
anterior. Éstas se fusionan en la línea media, en la línea alba, que
en condiciones normales mide 10 a 15 mm de ancho debajo del
ombligo . Una separación más amplia de lo normal
refleja diastasis de recto o hernia.
Estas tres aponeurosis también cubren el músculo recto del
abdomen como la fascia del recto. La estructura de esta vaina
varía por arriba y por debajo de un umbral llamado línea
arqueada . En sentido cefálico a este límite, las aponeurosis cubren las superficies dorsal y ventral de los segmentos del
recto abdominal. En dirección caudal a esta línea, todas las aponeurosis son ventrales o superficiales al músculo recto del abdomen y sólo la delgada fascia transversal y el peritoneo se encuentran debajo del músculo recto. Este cambio en
la composición de la vaina del recto se observa mejor con una
incisión abdominal medial. Por último, los pequeños músculos
piramidales triangulares pares se originan en la cresta pectínea,
se insertan en la línea alba y se encuentran sobre el músculo
recto del abdomen, pero debajo de la vaina anterior del mismo.
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